Verónica Yáñez usó sus conocimientos y los transformó en un proyecto propio: Corpocreativa

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04 / 04 / 2018

Decidió iniciar una consultora que se especializa en habilidades interpersonales y el bienestar.  Además a través del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), realiza charlas, talleres , a la vez que facilita y diseña capacitaciones.

¿Cómo conociste a la UDP, y qué te hizo elegirla como universidad? 

Verónica Yañez
Verónica Yáñez, creó su propio proyecto “Corpocreativa”

Bueno, la UDP destaca dentro de las privadas, la conocía desde siempre, de algún modo. Aparte de eso, cuando trabajaba con Carmen Cordero, en el Centro de Integración Cognitivo Corporal y empecé a pensar en estudiar Psicología, recuerdo que ella comentaba acerca de la buena calidad de los docentes de la UDP. Yo ya había estudiado Teatro en La Mancha  y trabajaba, quería hacer bien las cosas y escoger un lugar de excelencia.

¿Por qué escogiste Psicología como carrera y por qué decidiste estudiar Psicología en la UDP?

Después de estudiar teatro, estuve diez años dedicada a actuar, y en paralelo me fui metiendo en disciplinas corporales (Pilates, Danza). Empecé a trabajar como terapeuta corporal, en el  Centro de Integración Cognitivo Corporal, donde usaba el Pilates y el Método ICC como herramienta. Lo humano siempre me interesó, de hecho lo primero que estudié fue Bachillerato en Ciencias Sociales en la PUC. Me gusta estudiar, aprender. Llegó un punto donde estudiar psicología se hizo muy natural; era el complemento que necesitaba para seguir profundizando en mi trabajo, que empezó a ser como una investigación muy personal de cómo se relacionan y comunican las personas. Estudiar Psicología fue como darle un gran marco de referencia, aprender un lenguaje universal para verbalizar cosas que había experimentado en mi trabajo, y que necesitaba y quería sistematizar.

¿En qué trabajas o te desempeñas actualmente?

Me he especializado en habilidades interpersonales y bienestar. Me dedico a colaborar en el entendimiento y las relaciones entre personas. Diseño y facilito capacitaciones, realizo intervenciones organizacionales en formatos más humanos y creativos, y también doy charlas. Actualmente, luego de varios años trabajando para diferentes consultoras, me atreví  a tener mi propio proyecto, se llama Corpocreativa. Es la síntesis de todo lo que he aprendido: un enfoque y metodología donde el cuerpo, las emociones y las relaciones se toman el primer plano. Busco hacer de lo complejo y teórico, algo cotidiano y experiencial.  En mis talleres y charlas busco generar experiencias significativas, que se originen en la vida, el cuerpo, las relaciones reales de las personas en ese momento.

¿Qué actividades (dentro o fuera de la universidad) facilitaron  llegar a donde estás ahora?

Muchas personas y causalidades. Varios profesores y ayudantes me marcaron, creo que tuve maestros excepcionales. Por ejemplo, Juan Pablo Toro, que es una eminencia en temas organizacionales. El factor humano me parece esencial: hice redes con compañeros afines. Y algo que me ayudó muchísimo fue que Teresa Otaegui ( de Egresados UDP), me asesoró en mi enfoque para buscar trabajo. Gracias a eso pude postular y entrar a trabajar en Target DDI, que es una de las consultoras organizacionales más importantes a nivel mundial. Ahí tuve la oportunidad de facilitar para cientos de personas, en Chile y Sudamérica. Eso me dio mucha experiencia. Hay que aprovechar al máximo todos los beneficios y asesoría que da la UDP.

¿Qué consejos les darías a los estudiantes que recién comienzan su formación en la escuela de Psicología UDP?

Poner el foco, además del conocimiento teórico, en las personas. Como decía sabiamente Eliana Heresi , profesora de Sistémica en ese entonces: “para ser psicólogo, te tienen que gustar la gente”. Bueno, lo primero que creo que hay que hacer eso: conocer gente, aprovechar de conocer a los que son diferentes a uno, abrirse a conversaciones y mundos diferentes, y no me refiero solo a compañeros/as. La universidad es un semillero de donde salen muchas cosas además de Títulos Profesionales.

¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la Escuela de Psicología UDP? 

Lucho de las fotocopias. Seguro que él no se acuerda de mi, pero cómo olvidarlo. Su rol (fotocopiar miles, no sé, millones de páginas sin parar), sumado a la cantidad de información que manejaba, y su temple imperturbable ante las hordas de alumnos hablándole al mismo tiempo. Adriana Kaulino era la Decana en esa época. Tener Historia de la Psicología con ella, con un nivel de exigencia alto y en primer año, emplazándonos a desarrollar el pensamiento crítico desde el día uno,  me pareció mega motivante. Y mis compañeros. Yo era 10 años mayor, y compartir con esa generación me aportó visiones, maneras de hacer las cosas, y quedé con buenos amigos y colegas hasta hoy. Me ayudan mucho a mantenerme actualizada, les tengo mucho cariño a todos.

Para ti, ¿Cuál es el sello de Psicología UDP y cuál es su impacto en tu perfil y desarrollo profesional?

Justamente un nivel de pensamiento crítico, creo yo, necesario. La escuela te entrega un espectro amplio de herramientas de análisis y reflexión crítica. Y no es un ramo, sino una manera de enfrentar el conocimiento que tiene la UDP. Creo que ese es el sello del Psicólogo UDP:  autonomía, pensamiento crítico y proactividad. Es difícil saber cuál fue el impacto en lo personal, pero debo decir que soy una orgullosa ex UDP. Me encanta ver a mis ex compañeros haciendo cosas interesantes, son muchos los que están en eso. Me da gusto saludar a los antiguos profesores y profesoras, son personas que me entregaron mucho. Eso no pasa en todos lados y lo agradezco.

¿Cuáles son las demandas profesionales que identificas en tu ámbito de desempeño (qué se les exige hoy, a los profesionales de tu área), y cuáles son las competencias (en tu opinión) que permiten cumplir satisfactoriamente con estas demandas?

Yo me he especializado en habilidades blandas y bienestar, lo que más hago son capacitaciones y  charlas. Trabajo mucho con consultoras, con OTECs. Desde hace poco tengo mi proyecto independiente, que es Corpocreativa ( https://www.facebook.com/corpocreativachile/) . En éste ámbito en particular, creo que se exige estar actualizado en los temas que tratas, estar en un aprendizaje constante, y en mi rol particular, tener la capacidad de relacionarte con gente muy diversa, en contextos de todo tipo. Para lo anterior, la autonomía, la proactividad, son el desde. Y el capital cultural, que tal vez es más que una competencia, ayuda mucho. El capital cultural es un plus, y una de las cosas que te permite decodificar y manejarte en situaciones complejas con éxito y con humanidad al mismo tiempo. Y eso se consigue viajando, leyendo, explorando ámbitos que a uno le interesen. Teniendo mundo y calle, como me gusta decir.

¿Cuáles son tus proyecciones de aquí a 5 años más? ¿Cómo ves tu vínculo con la Universidad en el futuro?

Nunca he sido muy largo plazista. Ahora que tengo casi 40 y un hijo, me empecé a poner en perspectiva. Mis proyecciones, o mejor dicho un sueño que tengo, es amplificar el sentido de mi trabajo hacia la comunidad. Eso implica llegar a más personas, dar trabajo, hacer redes de redes y que se muevan, pasen cosas, haya sinergia con otras órbitas de acción. Respecto de la universidad, me encantaría tener proyectos conjuntos. Creo que se pueden hacer muchas cosas entretenidas, sobre todo en habilidades blandas o transversales. Me encantaría aportar al desarrollo de las habilidades interpersonales desde un enfoque como el de Corpocreativa. Salir de las aulas y del individuo, verlo de una manera más cotidiana.

¿Qué le dirías al estudiante que está indeciso entre estudiar psicología en la UDP o en otra casa de estudio?

 Le diría que no se quede solo con las páginas web. Qué vaya a los campus, que evalúe como funciona cada institución, que converse con ex alumnos, que revise los rankings también. Le diría que vaya a las charlas de la Biblioteca Nicanor Parra, al gimnasio, que converse con los profesores, con algunos alumnos, que visite la UDP antes de ir a matricularse. Sería lo ideal. Creo que aunque el lugar de estudios no define a un profesional, estudiar en un buen lugar es un plus, aparte del título, que te impulsa mucho profesionalmente.