Rodrigo Narváez, egresado destacado de Psicología UDP: “La formación constante será una de las mejores formas de diferenciarse”
El psicólogo UDP se desempeña en el área de la Psicología Jurídica.
25 / 10 / 2024
Rodrigo Narváez es Psicólogo de la Escuela de Psicología de la Universidad Diego Portales y egresado del Magíster en Psicología Jurídica y Forense UDP. Actualmente se desempeña como académico en la Universidad Andrés Bello, donde también dirige el Diplomado en Intervención Psicojurídica con Víctimas UNAB. En paralelo, desarrolla evaluaciones periciales psicológicas forenses en el ámbito particular.
- ¿Qué recuerdos tiene de su formación en la Facultad de Psicología UDP?
Sin duda una experiencia gratificante y enriquecedora. Recuerdo con mucho cariño una comunidad universitaria muy rica y en la cual se encontraban muy presentes los distintos actores, tanto funcionarios, como académicos y estudiantes. Estudié en un contexto de importantes movilizaciones estudiantiles (2011), de las cuales la Facultad participó activamente. Esto supuso un nivel de participación y discusión distinto al que se había dado en años anteriores, lo cual considero que enriqueció mucho a la Escuela en cuanto a los debates que se daban al interior de ella. Por otro lado, en cuanto a la formación académica, sin duda la recuerdo con mucho cariño y agradecimiento, por su solidez, enfoque crítico y un fuerte desarrollo en áreas de gran relevancia, tales como la Psicología Jurídica, que es el área en la cual me desempeño hoy en día.
- ¿Ha cursado estudios adicionales a los realizados en la UDP?
Sí, luego de cursar el pregrado y el Magíster en Psicología Jurídica y Forense UDP, cursé un diplomado en Niñez y Políticas Públicas y otro en Derecho de Familia y de la Infancia, ambos en la Universidad de Chile, además de otros cursos y capacitaciones en distintos espacios.
- ¿Cuál es su trabajo actual y cómo ha sido esta experiencia?
Actualmente me desempeño como académico en la Universidad Andrés Bello, en las áreas de Psicología Jurídica y en Intervención Psicosocial. Asimismo, dirijo el Diplomado en Intervención Psicojurídica con Víctimas de la misma universidad. Paralelamente, continúo desarrollando evaluaciones periciales psicológicas forenses en el ámbito particular. La experiencia ha sido muy interesante ya que desde mis años de pregrado en UDP uno de mis deseos era desarrollarme en el ámbito académico, para lo cual comencé a hacer ayudantías en el área de la Psicología Jurídica. Ahora, encontrarme en este lugar, sin duda es satisfactorio y a la vez desafiante, ya que ejercer labores de docencia conlleva una enorme responsabilidad y obliga a la actualización constante.
- ¿Qué ha sido lo más desafiante de enfrentar en su vida profesional?
Creo que son dos elementos principales. El primero, considerando mi trabajo actual, es la responsabilidad que conlleva el participar de la formación de los nuevos profesionales, quienes ven en la Psicología Jurídica un área en la cual quieren desarrollarse. Lograr acompañar estos procesos formativos de manera responsable y rigurosa sin duda ha sido desafiante, pero igualmente gratificante. El segundo elemento se desprende del primero y tiene que ver con lograr transmitir la experiencia de los años de intervención con víctimas, con sus aciertos y errores, a un espacio de formación, de manera que esta experiencia resulte nutritiva para los estudiantes, enfatizando especialmente los aspectos técnicos y éticos.
- ¿Qué consejo o recomendación le darías a quienes se encuentran cursando la carrera y les gustaría seguir una trayectoria similar a la tuya?
Les diría que la formación constante es esencial, pero no solo a nivel de posgrado, sino que también mediante el estudio de manera autodidacta. Estar pendiente de las nuevas perspectivas, nuevos avances en el área, la creación de nuevos instrumentos, entre muchos otros elementos, es esencial para poder desarrollarnos en esta área. Esto es relevante también dado que la Psicología Jurídica es un área apasionante, pero también competitiva, por lo que la formación constante será una de las mejores formas de diferenciarse, no solo con perspectivas a optar a un nuevo trabajo, sino que, especialmente, con miras a poder desarrollar intervenciones éticas y rigurosas, que efectivamente tengan como fin último la humanización de los procesos de justicia.