11 / 07 / 2016
Desde el 2015, la psicóloga ha estado trabajando en la Unidad de Hospitalizados del Servicio de Psiquiatría del Hospital Félix Bulnes Cerda, en el cual cumple la función de ayudar a pacientes de alta complejidad y otorgarles acompañamiento terapéutico y psicodiagnósticos.

Jacqueline Muñoz, quien ingresó a Bachillerato en 2007 y que en 2008 decidió estudiar en la Facultad de Psicología UDP, destaca que su paso por la universidad fue una gran experiencia. Además piensa que, como psicóloga, no puede desligarse de la situación política, social y económica por la que atraviesa Chile. Por último, tiene como objetivo seguir ligada al trabajo en psicología clínica, específicamente en psicosis.
– Cuéntanos en qué te desenvuelves profesionalmente y un poco de tu día a día en ese ámbito
Desde comienzos del 2015 estoy trabajando como psicóloga en la Unidad de Hospitalizados del Servicio de Psiquiatría del Hospital Félix Bulnes Cerda. Este es un servicio de corta estadía donde mi labor se centra en trabajar con pacientes de alta complejidad, centrándome en intervenciones en crisis, acompañamiento terapéutico y psicodiagnóstico, además del trabajo de enlace con diversos servicios del hospital.
– ¿En qué año ingresaste a la UDP y en qué año egresaste?
Ingresé en 2007 a Bachillerato y tras realizar un año pude hacer el traspaso a la carrera de Psicología el 2008 y egresé en 2013.
-Como psicóloga de la Universidad Diego Portales, ¿qué de lo aprendido te ha servido para tu desarrollo profesional?
Uno de los principales sellos de la universidad es la postura crítica respecto a los distintos temas y problemáticas planteados durante la carrera. Salir de la lógica de memorizar y aprender contenidos, sino más bien tomar estos elementos y pensar sobre nuestro quehacer y plantearnos preguntas al respecto; esto me parece central, ya que implica poder establecer una ética de trabajo. En mi experiencia laboral esto me ha permitido dialogar con otras disciplinas y pensar acerca del lugar del psicólogo clínico en una institución de salud pública.
Por otra parte, me gustaría agregar la experiencia de haber tenido algunos profesores que transmitieron su conocimiento teórico y práctico desde un lugar de humildad, actitud que hoy es central para mí ponerlo en práctica en el trabajo con pacientes y en el diálogo con estudiantes de psicología.
-¿Cómo fue tu paso por la UDP y qué recuerdos guardas de tus años de estudio?
Fue una gran experiencia estudiar en la UDP. Ingresé a la carrera a través de Bachillerato, por lo que pude conocer distintos profesores, ramos de otras carreras y sobre todo compañeros, y amigos, que me permitieron tener una mirada distinta a la que yo hasta ese entonces tenía.
Sin duda, el recuerdo más importante que tengo dentro de la carrera, fue el primer ramo que nos acercaba a la práctica clínica, el trabajo con pacientes en un espacio de psicoterapia. En este camino conocí a Daniela Carrasco, profesora que en un comienzo guió buena parte este proceso; fui aprendiendo acerca del trabajo clínico, del peso que significa trabajar con personas y de la ética que esto implica.
-¿En qué medida vislumbras que en estas últimas dos décadas ha cambiado el perfil del psicólogo y lo que se le debe ensañar a nivel de pregrado?
Creo que en nuestro quehacer clínico no es posible desligarnos de la situación política, social y económica de nuestro país. Actualmente nos encontramos en una situación bastante compleja en esas dimensiones, donde vemos y sentimos mucho descontento, pero también muchas ganas de poder generar un cambio; hoy en día los estudiantes se movilizan por sus derechos, lo vemos concretamente en los estudiantes de psicología de la UDP, que no quedan ajenos de la situación que hoy se vive en Chile respecto a la educación.
En este sentido, considero que el lugar donde se posiciona el psicólogo va más allá de enseñar contenidos y teorías durante el pregrado, más bien pasa por incorporar en la discusión sobre nuestra práctica clínica el estado actual del país, lo que implica una posición ética y política en nuestra obligación. A mí parecer creo que eso plantea un perfil del psicólogo un tanto distinto a lo que viví en pregrado. Hoy en día, para mí se hace necesario poder pensarnos dentro de esas dimensiones.
-Finalmente, ¿cuáles son tus proyecciones de aquí a cinco años?
Mi interés principal es continuar estudiando y mantener el trabajo clínico con pacientes. En mi experiencia laboral me ha interesado bastante el trabajo con la psicosis, por lo que espero poder continuar mi trabajo en esa línea.