Entrevista a Alemka Tomicic sobre el fenómeno del estrés político en la ciudadanía chilena

“El estrés político es un tipo de estrés y tiene ese apellido porque surge a propósito de una sensación de inseguridad o eventual amenaza producto de ciertas circunstancias que no son puntuales, sino más bien crónicas, como procesos políticos de cambio, procesos eleccionarios, que nos han acompañado en estos últimos años, a nivel global y también local, y que generan la sensación de no tener mucho control sobre lo que puede ocurrir”.

“A veces este estrés político tiene que ver también con que la mirada de la política está muy reducida a un nivel en el que efectivamente nosotros no podemos hacer mucho más que ir a votar. Pero hay mucha actividad política ciudadana que ocurre en el día a día y ahí se construye la esperanza”.

“En Chile tenemos esto medio traumático de que crecimos con la prohibición de hablar de política en la familia y de religión, porque nos llevaba a un conflicto. Y tenemos dificultades para poder tener conversaciones que a veces son difíciles, conflictivas, pero que generan mucha tranquilidad cuando uno puede llegar a acuerdos, cuando se puede incluso debatir y estar en desacuerdo y hacerlo en paz. Yo creo que ahí se construye el esfuerzo”.