30 / 09 / 2015
Egresado en 2012, recibió el Premio Carrera Psicología, cursa el Magíster en Psicología Social de la UDP y trabaja en el ámbito educacional, pero, aclara, “intentando hacerlo de otra forma a la tradicional.”
¿Cómo fue tu paso por la UDP? ¿Qué recuerdos guardas de tus años de estudio en la UDP? ¿Qué ramos te gustaron más de la carrera?
Fue todo un proceso. La Portales no es lo que es ahora. Cuando yo entré no habían tantos espacios de participación, y mucho menos interés por construirlos. Entré con harta resistencia a ser parte y terminé defendiendo la facultad y la universidad. Eso fue porque con un grupo importantes de amigos y compañeros de psicología y otras carreras entendimos que la cosa se trataba de organizarse y que si estábamos ahí, no era exclusivamente para obtener el título universitario sino que también generar transformaciones que democratizaran la universidad. Por ahí que mi vínculo con lo social de la psicología fue con lo que más me identifiqué, y en ese sentido Psicología Social II (en aquél tiempo, Institución, Sociedad y Cultura, con la profesora María José Reyes) fue lejos el ramo que más me marcó en mis proyecto profesional y en mi manera de intervenir. Los recuerdos que tengo son de estar en varias actividades siempre, ser parte del centro de estudiantes de psicología, de la federación, de una plataforma política, de los trabajos comunitarios que organizamos, entre otras cosas. Finalmente, no es que los espacios no estuvieran sino que teníamos que tomárnoslos.
Tú recibiste el premio de tu generación, ¿cómo fue eso, te lo esperabas?
Me acuerdo que sabíamos que existía el premio y que ello implicaba poder dar un discurso frente a toda la comunidad perteneciente a la facultad. Eso es autoridades, compañeros/as, sus familias, profes, etc. Con mis amigos y amigas más cercanas pensábamos que no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer síntesis del paso por la universidad, de haber sido estudiantes durante las movilizaciones del 2011, y de lo que implica ser psicólogo hoy (nuestras visiones son bastante críticas de esto). En este sentido, más que si me lo esperaba, lo estaba esperando y deseando. Y ocurrió que lo gané y durante las semanas previas a la ceremonia estuvimos dando vueltas a cuál sería el mensaje. Si bien lo escribí yo en solitario, creo que su construcción fue en plural y nuestra intención era plasmar algo que nos identificara a todos, y creo que lo logramos. Me había tocado ir a algunas ceremonias y los discursos plasmaban lo lindo que es terminar un proceso en la vida y crecer. Yo lo encuentro “lindo”, pero más importante me parece decir otras cosas que nos implican a todos como psicólogos.
¿Cómo ha sido la experiencia de hacer el magíster en psicología, mención psicología social en la UDP?
Estudié en la Portales y los profes son los mismos, pero los cursos son especialmente distintos, en el sentido que profundizan cuestiones que en el pregrado no son pertinentes de hacerlo, y en el magíster me da la impresión que es una extensión de una perspectiva de la escuela en cuanto a lo que quieren formar y proponer en torno a la Psicología Social. A mí me parece un buen programa, tiene un sello bastante critico que no es muy típico de ver en otras universidades, al menos en Santiago.
¿En qué cosiste tu trabajo? ¿Cuáles son los principales desafíos con que te encuentras?
Trabajo en educación, he pasado por escuelas siendo parte de los equipos de convivencia escolar, y actualmente estoy en el Programa Habilidades Para la Vida de Ñuñoa. Yo creo que el principal desafío es intervenir en lógicas escolares en donde los niños y las niñas no son más que desde la perspectiva del mundo adulto. Es muy difícil entrar e intervenir en lógicas distintas. Para mí ese es el principal desafío en educación. Los otros desafíos son: el desgaste de los profes, aulas con 45 estudiantes, jornadas extensas, excesos de tareas, pobreza, desigualdad, maltrato, abuso, etcétera. Mi trabajo en particular, consiste en instalar prácticas que promuevan la convivencia pacífica y democrática como una forma de relacionarse.
¿Cómo está constituido el equipo de trabajo del programa a nivel local?
Somos seis profesionales, cuatro Psicólogos, una Terapeuta Ocupacional y una docente.
¿Cómo se plasma allí efectivamente el encuentro con profesionales de otras disciplinas, hay trabajo interdisciplinario?
Sí, si hay. A mí me pasa en educación que nunca me he sentido psicólogo. La demanda que tiene la institución escolar nos inviste de algo que a mí no me acomoda, y en ese sentido, no me identifico siendo psicólogo y estableciendo límites disciplinares al momento de pensar las acciones del programa.
Y finalmente, ¿cómo te proyectas de aquí a 5 años?
Desde que egresé que trabajo en Educación Pública, siendo parte de programas del Estado o en escuelas municipales. Me gusta, pero “representar” al Estado en las escuelas es un desafío que por el momento quisiera dejar de lado. Me estoy agrupando con algunos colegas que he conocido en el camino, y estamos armando un proyecto para trabajar en escuelas, pero ya no con la visión del Estado, más con la nuestra. Tengo ganas de seguir con eso, seguir haciendo clases del Psicología Social, y claramente, terminar la tesis de magíster.
Por Ximena Tocornal