Constanza Schlanbusch y su trabajo en el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en Valparaíso

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15 / 09 / 2016

La psicóloga  trabaja desde julio del 2016 en el área de Climas Laborales de está institución, encargada de implementar políticas públicas para el desarrollo cultural del país.

constanza_foto_webConstanza Schlanbusch, quien se tituló en 2014 de la Facultad de Psicología UDP, cree que lo más importante que le enseñó la universidad fue el tener una mirada crítica y tolerante respecto a diferentes temas que impone la profesión. Además, considera que el perfil del psicólogo actual ha cambiado y está más reflexivo que antes. Por último, quiere seguir ahondando en el mundo de los Recursos Humanos y en el trabajo con las personas.

— Cuéntanos en qué te desenvuelves profesionalmente y un poco de tu día a día en ese ámbito
Trabajo en Gestión de Personas desde el 2013. Partí en Banchile Inversiones, lugar que fui contratada durante mi práctica. Estuve trabajando en las áreas de selección y capacitación hasta febrero de este año. Aprendí mucho en ese lugar pero sentí que tenía que viajar, así que renuncié, viajé algunos meses y me contactaron del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en Valparaíso por un reemplazo en Climas Laborales. Estoy muy contenta, aprendiendo poco a poco cómo funciona el sector público y esta área en que no había trabajado.

—  ¿En qué año ingresaste a la UDP y en qué año te titulaste?
Entré el 2009 y me titulé en abril de 2014.

 — Como psicóloga de la Universidad Diego Portales, ¿qué de lo aprendido te ha servido para tu desarrollo profesional?
Creo que lo más importante que me enseñó la universidad es a pensar, mirar con ojos más abiertos, críticos y tolerantes en las instancias importantes de la vida.

 —¿Cómo fue tu paso por la UDP y qué recuerdos guardas de tus años de estudio?
Mi paso por la UDP fue bien entretenido. Lo pasé más bien que mal y más que las clases y ramos, recuerdo las personas. Hay grandes profesores, ayudantes y amigos con los que seguimos compartiendo constantemente, y para eso fue clave el patio, el ping pong, la psicofonda, la fotocopia y “al Lucho”, la salitas y las tocatas.  En esas instancias surgieron las mejores conversaciones y reflexiones de la universidad.

—¿En qué medida vislumbras que en estas últimas dos décadas ha cambiado el perfil del psicólogo y lo que se le debe ensañar a nivel de pregrado?
El perfil del psicólogo ha cambiado y se ha ampliado mucho. En ese sentido y, considerando la cantidad de información que existe, creo que la universidad se debe seguir enfocando en enseñarnos a reflexionar más que memorizar y manejar información.

— Finalmente, ¿cuáles son tus proyecciones de aquí a cinco años?
Me sigo viendo en Recursos Humanos, pero quizás en otras áreas, tal vez en inclusión, responsabilidad social u otra área específica que me permita seguir trabajando con personas, con sus subjetividades y mundos.