Simposio ‘El cerebro social’: moral, empatía y estados de conciencia

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17 / 12 / 2014

Expertos en neurociencia social y afectiva, expusieron en seminario organizado por Facultad de Psicología UDP.

Con el propósito de conocer los avances en investigación en neurociencia social, la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales, a través del Núcleo UDP-Fundación INECO para las Neurociencias (NUFIN), organizó el Simposio Internacional “El cerebro social: Implicaciones en el sistema legal, población vulnerable y neuropsiquiatría”, que contó con la participación de expertos de Italia, Francia, Estados Unidos, Argentina y Chile.

El Simposio se enfocó en el estudio del cerebro desde una perspectiva social, analizando los efectos o implicaciones en las poblaciones más vulnerables de la sociedad.simposio 2014

De acuerdo con el director científico del NUFIN-UDP, David Huepe “la gran cantidad de trabajo que realizamos hoy día en investigación está vinculado fundamentalmente con personas vulnerables o en grupos sociales de importancia. Nosotros buscamos incorporar un nivel de análisis que implique cómo el cerebro se adapta y cómo el cerebro logra moldearse en función del contexto en el cual las personas se mueven”.

Aseguró que “esta información es muy importante, porque nos permite comprender mecanismos subyacentes que están detrás de la acción de cada persona en la vida cotidiana”.

El académico de la Facultad de Psicología UDP, explicó que una de las primeras y más importantes conclusiones de los estudios del cerebro desde el punto de vista social, es que  “dada su condición adaptativa y de plasticidad, es muy fuertemente influenciado y afectado por el contexto donde un niño o un joven se desarrolla”.

Afirmó que “desde luego el cerebro lo que hace es tomar lo que tiene en su entorno sin hacer una distinción de lo bueno o lo malo, sino que aquello que le sirve para adaptarse a su condición y a su contexto”. 

En ese sentido, Huepe agregó que “conocer cuáles son los mecanismos neuronales que están detrás –como la empatía, la moralidad, las relaciones interpersonales o el apego– desde una  perspectiva biológica y neuronal, es sumamente importante para poder lograr entender el tipo de conducta o acciones que toman las personas”.

En la apertura de las ponencias internacionales, el investigador de la Universidad de Cambridge, Srivas Chennu –reconocido internacionalmente por sus estudios en correlatos neutrales de la cognición en los estados de conciencia– presentó la conferencia “Hierarchical predictive coding: Theory and aplications in psychiatry and neurology”.

Chennu especificó que “la adaptabilidad psicosocial, obviamente, tiene implicancias sociales, pero subyacente a ese mecanismo debemos enfatizar que hay un proceso por el que el cerebro siempre está prediciendo”. 

Explicó que “el cerebro es un predictor organizado jerárquicamente. Esta predicción sucede en distintos niveles respecto a la temporalidad, por tanto, la idea es que la forma en que se realizan estas predicciones sea a través de una manera ‘bayesiana’. El concepto de ‘cerebro bayesiano’ hace referencia a las posibilidades de que se pueden hacer probabilidades en base a ciertos principios que sugieren que existe una adherencia o una expectativa a priori sobre el mundo en que vivimos”.

Posteriormente, el profesor de la Universidad de Iowa, Sergio Paradiso, presentó la ponencia “Too much of a good thing? Empathy, lessons from psychiatry”, donde especificó que “cuando nosotros investigamos a las neurociencias o cuando realizamos algún tipo de trabajo clínico, siempre nos ha llamado la atención cómo nuestras percepciones no son más que una réplica o una imitación de las conductas de otros”.

Agregó que “la empatía cognitiva está relacionada con la empatía emocional, aunque debemos aclarar que la empatía cognitiva significa adoptar los estados mentales de otros para detectar sus pensamientos, casi como si tratase de adivinar lo que la otra persona está pensando y sintiendo. Mientras que la empatía emocional busca experimentar las emociones del otro a través de su propia perspectiva”.

Paradiso enfatizó que la empatía a nivel sociocultural es, sin dudas, “algo muy bueno, porque ésta nos permite aprender a través de la imitación, y aprender a través del ensayo y del error, desarrollando una conducta prosocial”.

Finalmente, el neurocientífico de la Universidad de Chicago, Jean Decety, reconocido como un destacado investigador en neurociencia social, desarrollo de empatía, juicios morales, justicia y conductas prosociales, aseguró que “la moralidad incluye, en términos generales, algunos conceptos o nociones de la justicia y derechos que consisten en normas prescriptivas con respecto a cómo uno debe tratar a sus pares”.

En la actualidad “vemos a la moralidad como un espectro evolucionado de la naturaleza humana, a medida que va contribuyendo con el bienestar y la formulación de decisiones y  acciones”.