Segundo Seminario de Escuela 2016 debate sobre la perspectiva psicológica en las catástrofes naturales

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26 / 09 / 2016

“Emergencias y catástrofes desde la perspectiva de la psicología” se tituló el segundo conversatorio organizado por la Escuela de Psicología, el cual contó con la participación de la psicóloga Paula Narváez, delegada presidencial en la erupción del Volcán Chaitén, y los comentarios de  Elisa Ansoleaga, Directora Escuela de Psicología UDP. 

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Paula Narváez, psicóloga y asesora del gabinete presidencial junto a Elisa Ansoleaga, Directora Escuela de Psicología UDP

Como parte del programa de Seminario de Escuela 2016 “Debates y Desafíos de la Práctica de la Psicología en Chile hoy”, que tiene el objetivo de abrir un espacio para la reflexión sobre las transformaciones y tensiones que experimenta el ejercicio de la psicología en la actualidad en Chile, esta segunda conferencia tuvo la misión de analizar y debatir el rol que le compete a la psicología en las catástrofes naturales que ha sufrido el país.

En la instancia, Elisa Ansoleaga, académica y directora de la Escuela de Psicología UDP, destacó el trabajo que la Universidad y la Facultad de Psicología ha realizado en las catástrofes naturales desde el terremoto del 2010 hasta la catástrofe hidrometeorológica del Norte de Chile el 2015, donde se han realizado más de 200 talleres de apoyo psicosocial a funcionarios de la salud pública.

“Esta experiencia acumulada nos ha permitido cumplir nuestra vocación pública y desplegar en la práctica nuestra apuesta por una psicología que es socialmente responsable, atenta a los problemas del país, que reconoce las intersecciones entre lo clínico y lo psicosocial, destacó la profesora Ansoleaga.

foto_interior2Paula Narváez, psicóloga invitada a este segundo seminario, relató su experiencia como delegada presidencial en la Erupción del Volcán Chaitén en el 2008 y cómo el campo psicológico se involucró directamente en el apoyo y tratamiento de los afectados.

“Lo que yo creo que es fundamental en el trabajo con la comunidad, y que yo lo aprendí en la psicología comunitaria en el pregrado, es el valor de la participación. Pero no la participación como una palabra usada y sobreutilizada . Ésta es una participación real, desde la agenda de trabajo que le entregaron a la Presidenta, hasta la decisión con las asambleas de los hitos importantes para ir avanzando con el proceso de rehabilitación y de búsqueda de equilibrio”, expresó la psicóloga.

Narváez al finalizar su presentación transmitió los diversos valores que adquirió en el trabajo psicológico con comunidades afectadas por un desastre natural, como la población de Chaitén. Resaltó valores como el de la participación, el valor de la transparencia y la honestidad, el valor de la planificación flexible con las comunidades, el aprecio a la sistematización del conocimiento y el valor de la información fidedigna. La psicóloga concluyó su mensaje destacando la importancia de la psicología como una profesión multifacética, que permite adaptarse a distintas situaciones, siendo además una herramienta valiosísima en la actividad pública.

Al final de la jornada, Elisa Ansoleaga reflexionó sobre los problemas y desafíos de intervención para la psicología en situaciones de catástrofe, indicando que “los desastres naturales afectan las condiciones materiales y sociales de la vida y además causan graves sufrimientos psicológicos. Frente a las catástrofes se observan efectos psicológicos agudos en el corto plazo, pero también es posible consignar el deterioro de la salud mental y en el bienestar psicosocial de las poblaciones afectadas, a largo plazo. En consecuencia proteger y mejorar la salud mental y el bienestar psicosocial de las personas afectadas debe ser una prioridad nacional y un asunto relevante para quienes tenemos la responsabilidad en la formación en psicología”.

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