Cristóbal Hernández y su enfoque hacia la investigación

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19 / 01 / 2018

El psicoterapeuta actualmente se desempeña como académico en la Universidad Adolfo Ibáñez, trabaja en dos instituciones sobre terapia posracionalista, y cursa el Doctorado en Psicoterapia por la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Heidelberg. Así mismo, comenta su interés por seguir desarrollando investigación sobre psicología y cuerpo.

cristobal_hernandez_351x185¿En qué año entraste y egresaste de la Escuela de Psicología UDP?

Entré el año 2008 y egresé el 2013.

¿Qué desafíos laborales destacarías desde tu egreso?

¡Varios! Elegí el área clínica por lo que al principio era acostumbrarme a atender y especializarme. Otro fue comenzar a convalidar la academia con la práctica clínica, porque en el área de investigación comencé a especializarme más y más en análisis de datos cuantitativos, lo que me ha generado el desafío de convalidar el aspecto cualitativo de la clínica con las estadísticas.

¿En qué trabajas hoy?

Estoy haciendo varias cosas actualmente. Hago clases en psicología en la Universidad Adolfo Ibáñez, trabajo como psicoterapeuta en el Centro de Terapia Posracionalista de Santiago (CTPS), y soy coordinador de la Sociedad de Terapia Cognitiva Posracionalista (STCP). Estoy terminando el tercer año del Doctorado en Psicoterapia de la Católica y la Universidad de Heidelberg, que creo que es lo que más tiempo me toma porque participo de manera activa en varias investigaciones.

¿Qué es lo que más destacas de tu formación profesional en la Escuela de Psicología UDP?

Destaco tres grandes puntos. El primero tiene que ver con que tuve una malla generalista, lo que me sirvió para conocer un abanico completo de posibilidades de ejercicio dentro de la profesión. Incluso dentro de la misma clínica, tuve la oportunidad de estudiar todas las grandes corrientes. Lo anterior siento que es un tremendo aporte porque facilita el diálogo y el descubrimiento de los propios límites. Creo que esto es condición fundamental para pensar cómo mejorar nuestra práctica. En segundo lugar, destaco la formación metodológica que recibí, ya que siento que me dejó en una buena posición para el ejercicio de la investigación. Finalmente destaco el espíritu crítico que encarnan los estudiantes, lo que permitió espacios de diálogo entre pares que creo formaron en mí una actitud más crítica de nuestra profesión, y de nuestro contexto social y cultural.

¿Crees que existe un sello Psicología UDP que nos distingue de las otras escuelas?

Totalmente, creo que el mayor sello de Psicología UDP es el constante trabajo en el desarrollo de una actitud crítica ante la propia disciplina, lo que se expresa desde los primeros cursos de la formación hasta la salida

¿Cuál ha sido el aporte de la Escuela de Psicología UDP en tu desarrollo profesional?

Creo que la formación que recibí me dejó bien posicionado para enfrentar los desafíos profesionales que les conté antes. Siento que desarrollé un abanico de competencias que me han permitido posicionarme de manera proactiva más que reactiva.

¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la Escuela de Psicología UDP?

¡Ufa! ¡Son muchos! Recuerdo con mucho cariño sentarme atrás de la sala, en clases, con mis amigos. Además del barrio universitario y toda la vida que lo rodea, al Waldemar saludándonos diciendo “¡Hoooola mi niño!”. Creo que el ambiente de la escuela, con todas esas experiencias cotidianas, se transformaba en un lugar muy familiar y ameno.

¿Crees que el perfil del psicólogo ha cambiado en las últimas dos décadas? De ser así, ¿debe haber un cambio en lo que se enseña a nivel de pregrado?

No sé si puedo hablar de hace más de una década, más allá de datos anecdóticos. Pero sí creo que en los últimos años se ha comenzado a requerir de un perfil profesional que sepa integrar de manera crítica los conocimientos de las ciencias humanas con los de las ciencias naturales, al menos en el caso del rol clínico y de investigación. Un ejemplo es que cada vez se va a requerir en mayor medida la aplicación clínica de nuestra disciplina, al trabajo de condiciones de salud asociadas al estrés. Lo anterior implica además del conocimiento sobre psicología, el conocimiento de su fisiología y la posibilidad para dialogar con otros profesionales de la salud.

Por último, ¿Cuáles son tus proyecciones de aquí a 5 años más?

El próximo completo lo pasaré en Alemania finalizando mi doctorado. Espero volver a insertarme activamente en la academia con un rol más enfocado en la investigación sobre psicopatología y su relación con la “salud física”, puesta entre comillas si dejamos de entender el cuerpo como una cosa separada de la mente. Para lo anterior, espero estar ya desarrollando más investigación que integre el aporte de las ciencias humanas y las ciencias naturales, al estudio de la experiencia humana y la salud.