07 / 10 / 2016
Como parte del Equipo de Respuesta ante Incidencia Crítica de la Mutual de Seguridad, la profesional tiene como función entregar apoyo psicológico a trabajadores que han sufrido algún incidente critico en sus cargos.
Belén Vallejos, quien se tituló de la Facultad de Psicología UDP en el año 2008, siente que todas las experiencias y el aprendizaje que tuvo en la universidad la ayudaron a construir la profesional que es hoy. Señala además que actualmente el perfil del psicólogo se ha diversificado, lo cual ha sido un beneficio para la carrera. Actualmente realiza estudios en Biodanza y un postitulo en Psicología Clínica Humanista Transpersonal en la Facultad de Psicología UDP.
–Cuéntanos, ¿en qué te desenvuelves hoy profesionalmente ?
Soy Psicóloga de la Unidad Programa ERIC Psicología Laboral de Mutual de Seguridad C.CH.C, en donde cumplo la labor de ser parte del equipo de coordinación a nivel nacional del Programa ERIC (Equipo de Respuesta ante Incidencia Crítica), cuya función es entregar los primeros auxilios psicológicos a las personas que se han visto enfrentadas a un incidente crítico en sus lugares de trabajo.
Por otra parte, como Unidad tenemos la responsabilidad de realizar la supervisión y apoyo técnico a nivel nacional de los procesos de evaluaciones psicolaborales y psicosensotécnicos que se realizan en los Centros de Evaluación del Trabajo (CET).
Yo inicié mi trabajo en Mutual en marzo del año 2010, trabajando como parte del equipo operativo del Programa ERIC. Luego en octubre de 2011, ingreso a ser parte de los psicólogos que realizan las evaluaciones en los CET y finalmente me incorporo al equipo de coordinación a nivel nacional de ambas área, en marzo del año 2014.
–¿En qué año ingresaste a la UDP y en qué año te titulaste?
Ingrese el año 2003 a la Universidad y me titule en diciembre de 2008.
– Como Psicóloga de la Universidad Diego Portales, ¿qué de lo aprendido te han servido para tu desarrollo profesional hoy?
La verdad es que me cuesta destacar algún aspecto en particular, pues siento que todo lo aprendido y las distintas experiencias me fueron ayudando a forjar quien soy hoy en día como profesional y también como persona. Siento que de forma transversal e implícita se facilitó el desarrollo de las habilidades blandas y duras que me han permitido ir creciendo en el ámbito profesional y desenvolverme de forma sólida en los distintos desafíos y ambientes.
Destaco haber desarrollado el manejo de equipos humanos, ser inquieta intelectualmente (cuando hay algo que no conozco busco nuevas fuentes de información y nuevas maneras de abordar la problemática), en ese sentido, con una necesidad constante de seguir formándome ante los nuevos desafíos. La forma de llegar a los otros, siendo empática, acogedora y respetuosa, entregando respuestas concretas ante las necesidades de los clientes (pacientes, trabajadores, empresas, compañeros y áreas de Mutual).
Algo que destaco de los profesionales que han salido de la escuela y han trabajado conmigo en Mutual en el Programa ERIC (para ser exacta han trabajado 8 colegas con nosotros), en general, es la calidad humana, el compromiso y la responsabilidad con el que han abordado cada uno de los casos, colocando la mirada en la necesidad del trabajador y en buscar y trabajar sobre los recursos y las fortalezas que permiten salir con éxito del evento crítico… de algún modo, viendo oportunidades donde otros podrían ver crisis y dificultades.
-¿Cómo fue tu paso por la UDP? ¿Qué recuerdos guardas de tus años de estudio?
Mi paso por la UDP fue una muy linda etapa, que recuerdo con mucho cariño, en donde pese a los años que salí, cada vez que me toca ir a darme una vuelta por la escuela, me siento nuevamente en casa y eso es gracias a quienes trabajan ahí, el equipo administrativo y docente de la universidad.
Cuando estudié en la U, nuestro país y nuestra universidad enfrento movimientos sociales importantes, por ejemplo la movilización pingüina y la marcha para sacar al rector que tenía la universidad en ese tiempo (Francisco Javier Cuadra), sintiendo y observando el compromiso social que teníamos con mis compañeros ante las necesidades de ese tiempo, de algún modo, sintiéndome parte de la Universidad más publica de las privadas.
Por otra parte, recuerdo el cierre de la facultad de Psicología de la sede que tenía la universidad en Temuco, lo cual trajo a varios compañeros a Santiago a terminar sus estudios, proceso que no fue fácil para ellos, por todo lo que implico el cambio, pero en el que salimos todos enriquecidos, de hecho hasta hoy tengo una gran amistad con una compañera que venía de allá.
Finalmente, no puedo dejar de mencionar que en mi paso por la Universidad participé y trabajé en la Pastoral Universitaria, en donde como escuela teníamos una importante participación. Fue una etapa muy enriquecedora, que me permitió conocer a estudiantes de otras facultades y universidades, de hecho, desde este espacio y desde ese tiempo (año 2005) es que encontré los amigos que me acompañan hasta el día de hoy.
-¿En qué medida vislumbras que en estas últimas dos décadas ha cambiado el perfil del psicólogo y lo que se le debe ensañar a nivel de pregrado?
Yo observo que el perfil del psicólogo se ha ampliado bastante en las últimas décadas, lo cual nos hace tener un campo de desarrollo mucho más amplio que hace unos años atrás, en donde ya no es tan extraño encontrar a psicólogos en cargos directivos o de gestión.
Por otra parte, se puede mencionar que socialmente el rol del psicólogo ha incrementado su valoración positiva, haciéndose necesaria su opinión técnica en distintos espacios de trabajo y problemáticas sociales.
Teniendo en cuenta estos dos puntos, es que se hace necesario que en la formación de pregrado se inculque la importancia del rol social que cumple el psicólogo, haciendo un fuerte énfasis en los aspectos éticos que tiene nuestra profesión, siendo conscientes del peso que tiene nuestra opinión y cómo esto impacta en la calidad de vida de otras personas.
Siguiendo lo anterior, se hace relevante inculcar un compromiso con la formación continua, pues pese a que la universidad nos puede entregar una buena base, nunca es suficiente ante los nuevos requerimientos del medio, es por ello que también es una responsabilidad social seguir formándose para entregar lo mejor de nuestra profesión a las personas que requieren de nuestros servicios.
-Finalmente, ¿Cuáles son tus proyecciones de aquí a 5 años más?
Me encantaría seguir desarrollándome en el área en que estoy actualmente, siendo un aporte, desde Mutual, en los cambios de cultura de seguridad en las distintas empresas del país, facilitando una disminución en los accidentes laborales y mejorando la calidad de vida y satisfacción interna de los trabajadores.
Al culminar mis procesos de formación actual (de Biodanza y un Postítulo en Psicología Clínica Humanista Transpersonal en la UDP), poder implementar estos conocimientos como herramientas de trabajo, que faciliten el objetivo anterior, tanto en Mutual de Seguridad como también en el ámbito privado.
En resumen, siendo feliz con lo que esté haciendo.